Mientras Novak Djokovic y Roger Federer ajustan sus armas para la primera semifinal del Abierto de Australia -mañana, desde las 5.30 de la Argentina-, se definieron los protagonistas del segundo cruce por un lugar en la definición. Andy Murray aseguró su avance entre los cuatro mejores del torneo al derrotar en un duelo muy entretenido a David Ferrer por 6-3, 6-7 (5-7), 6-2 y 6-3; más tarde, Milos Raonic hizo lo suyo al superar al francés Gaël Monfils por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-4.
Murray, el número 2 del mundo, apunta a un objetivo que le ha sido más que esquivo. El escocés ha llegado en cuatro oportunidades a la final del primer Grand Slam del año, pero siempre se vio superado en el último cruce; en tres ocasiones con Novak Djokovic como verdugo, y la restante, frente a Federer, curiosamente los protagonistas de la otra semifinal.
De su lado, Raonic, el 14° del mundo, emergió por una rama del cuadro que tenía como principales candidatos a Rafael Nadal y a Stan Wawrinka; el español se despidió en el estreno, y el suizo fue justamente víctima del canadiense, que arriba por segunda vez a una semifinal de Grand Slam; la primera fue en Wimbledon 2014, cuando tropezó frente a Federer.
«La perseverancia fue la clave. Tenía que aprovechar las oportunidades y así lo hice», destacó Raonic, que recientemente sumó al español Carlos Moya, ex número 1 del mundo, a su cuerpo técnico. «Es una sensación genial estar en las semifinales. El tenis está creciendo en Canadá y ser parte de eso es algo genial. Jugar contra Murray va a ser un gran desafío, tengo que creer en mis posibilidades y esforzarme al máximo», agregó Raonic.
Murray, en tanto, prolongó un momento espectacular para el tenis británico. El escocés fue decisivo para darle el año pasado a Gran Bretaña su primera Copa Davis en 79 años, y además no es el único protagonista de su país aquí, ya que su hermano mayor, Jamie, es semifinalista en dobles (con el brasileño Bruno Soares como compañero), y entre las mujeres, Johanna Konta también ingresó en las semifinales, un desembarco británico que no sucedía en Australia desde el Open de 1977.
«Es un gran torneo para nosotros y esperamos seguir por esa línea. Me alegra mucho por Konta, lo que hizo es increíble; es importante porque ella supo ganarse la oportunidad y se merece estar allí», remarcó Murray, que es uno de los pocos tenistas que acostumbra seguir lo que sucede en el tour femenino. Y respecto de su duelo contra Raonic, consideró: «Es un gran sacador e intenta jugar puntos cortos; obviamente si llegó hasta aquí es porque está jugando muy bien; de hecho, empezó el año con muy buenos resultados». El canadiense ganó los 9 encuentros que disputó en lo que va de 2016.
