En un intenso duelo entre tenistas argentinos, Federico Delbonis derrotó a Renzo Olivo por 7-6(5), 3-6, 6-7(3), 7-5 y 6-2 y avanzó a la tercera ronda del Abierto de Australia.
Delbonis, número 53 del ranking, logró así su mejor resultado en un torneo de Grand Slam. Hasta el momento, su mejor participación había sido en Roland Garros 2013 y US Open 2014, donde perdió en el segundo partido.
El zurdo se enfrentará el viernes por un lugar en los octavos de final al francés Gilles Simon, décimo cuarto favorito, que superó por 6-3, 5-7, 7-6 (7-1), 4-6 y 7-5 al ruso Evgeny Donskoy.
«Son todas batallas con él», indicó Delbonis tras cuatro horas y 13 minutos de partido. Su rival del viernes estuvo apenas 15 minutos menos sobre la pista. «Yo no estoy para correr cuatro horas como puede hacer él», añadió el argentino.
«Los dos vamos a estar cansados, pero el cansancio no va a opacar las ganas que tengo de jugar contra él».
Delbonis finalizó el duelo ante Olivo, procedente de la previa, con un saque a 202 kilómetros por hora que requirió la revisión del ojo de halcón. Cuando vio que la pelota había rozado por apenas un milímetro la línea alzó las manos al cielo.
SABOR AGRIDULCE PARA OLIVO Y TRUNGELLITI
Ambos recordarán el Abierto de Australia como su primera presencia en un Grand Slam, pero hoy abandonaron las instalaciones cabizbajos.
«He jugado el cuadro final de un Grand Slam por primera vez en mi vida. A pesar de la bronca de hoy tengo que ver el lado positivo», dijo Olivo, 174 del mundo con 23 años.
Marco Trungelliti cayó ante Grigor Dimitrov por 6-3, 4-6, 6-2 y 7-5 en dos horas y 39 minutos y después lamentó no haber jugado con algo más de potencia.
«Me he sentido bien, tal vez no llegué a jugar lo que quería de mi nivel. Tácticamente no hice lo que pensaba, quería haberle pegado más fuerte», dijo el jugador de 25 años.
«Pero disfruté mucho, jugué en una cancha muy bonita y tenía ganas de jugar con alguno de los grandes».
Trungelliti, 210 del mundo, nunca se había enfrentado a un tenista con ranking tan alto. Dimitrov es actualmente el número 28, pero habitual «top 15» en las dos últimas temporadas.
«Lo disfruté desde el principio, era una cacha muy bonita, el ambiente era lindo. Me costó arrancar pero luego empecé a disfrutar. Sólo me quedó la espina de no poder levantar los brazos».