El ganador, al igual que en la rama femenina, obtuvo u$s 3.800.000 y además, sumó 2000 puntos en el ranking, lo que le quitó la posibilidad a Del Potro de seguir en el podio mundial del tenis.
En la actualidad, sólo los Grand Slam pagan la misma cantidad de dinero a los hombres y a las mujeres. Justamente fue el US Open el primero en tomar esta postura en 1973, 34 años antes que Wimbledon: el último torneo grande que decidió equiparar los pagos.
El Abierto de Australia lo hizo en 2001 y Roland Garros cinco años más tarde.